El gobierno del Cambio

Gabinete
Miguel Ángel Yunes Linares y los hombres y mujeres que componen su equipo de trabajo FOTO:
- en Opinión

Salvador Muñoz / En los últimos días, es seguro que usted sepa, conozca o sea incluso, la historia de una triste navidad y un incierto año nuevo. ¡Claro! Siempre y cuando, trabaje para el Gobierno del Estado en cualquiera de sus dependencias, organismos u oficinas…

Así como la Iglesia lo hizo en su tiempo, los nuevos secretarios o sus administrativos, en el Nombre del Señor (Yunes Linares) buscan cortar cabezas a diestra y siniestra en aras de exorcizar el mal, sacar a los perros fieles (que no infieles), quemar brujas y adoradores del Diablo Rojo… aunque sean inocentes… Torquemadas de la política disfrutando de su reino, de su pequeño reino en el que a todas luces parece que están decididos a consolidar su fortaleza bajo una tesis simple: conferir temor para ganar respeto, a que haya amor bajo el riesgo de que te falten al respeto.

II

No importa si eres aviador, empleado, secretaria, la novia de, el hijo de, la esposa de, el formato de renuncia se extiende a tus manos… a menos que…

¿Que seas honesto?

Dicen que los honestos están condenados al fracaso… al menos para este nuevo Gobierno, el Gobierno del Cambio; pero para el corrupto no, porque éste tiene una carta de cambio que le permite sobrevivir, y en una de ésas, hasta mejorar su posición dentro de la escala de la cadena alimenticia, donde el corrupto se come al honesto.

Así entonces, ¿por qué el honesto se sigue sorprendiendo que ya pongan a fulan@ como jefe de departamento? ¡Ah! porque él sabe cómo robar… Así entonces, ¿por qué el honesto se sorprende que ya pusieron a sutan@ como subdirector? ¡porque sabe con quién negociar! Y podríamos seguirnos así, dando los largos desalientos de quienes pensaban que realmente habría un cambio y la “democracia” sencillamente les dio una cachetada con su voto.

III

Con el Gobierno del Cambio lo primero que se esperaba era la mano dura contra quienes eran señalados como los saqueadores, no tan sólo por la Vox Populi, sino también por el hoy Gobernador… pero no… hasta el momento, sólo hay un villano en esta película y una cantidad de personajes con fuero.

Lo que sí hay es la similitud de hábitos, como amiguismo, compadrazgo, pago de facturas, con la consabida esperanza de que al menos sepan hacer la chamba, pero poco a poco, van apareciendo los improvisados, los buenos para la cátedra, para las ruedas de prensa del café, los arengadores, que sucumben al poder de ser secretarios o directores… ¡en tan poquito tiempo!

Si bien es comprensible en los jóvenes por esas ansias de matador que tienen por realmente hacer un cambio, no lo es en aquellos políticos que de tanto luchar por llegar a donde están, hoy se les olvida para qué, por qué era esa lucha…

Entonces la esperanza se concentra en los servidores públicos de viejo cuño, como un Enrique Pérez, Irán Suárez Villa, Mariana Aguilar López, Jim Nacho Téllez Marié, Polo Domínguez Armengual y Manuel Muñoz Gánem… en tanto se los permita quien toca el pandero.

Comentarios de Sesver

Por cierto, aquí dejo algo que empleados de Salud platican… permítanme tratar de ponerlo tal y como me lo contaron: “A la llegada de Irán Suárez Villa del vecino estado de Puebla, en donde fue delegado del Issste, se trajo a una caterva de poblanos y poblanas mala leche, que si bien la empleomanía de Sesver soporta sus aires de grandeza y perdona-vidas, no toleran el cuento ése que lanzan a los cuatro vientos de que no van a cobrar sus salarios por instrucciones superiores, ¡vaya! hasta que encontramos alguien más bueno que la Madre Teresa de Calcuta”.

Citan a un ingeniero de nombre Felipe Sandoval, sí, el mismo apellido que recuerda los malos momentos que sufrió esta dependencia con el otro Sandoval. Este “Inge” dicen que es el que se encargará de la rehabilitación de hospitales o clínicas.

En aras de una buena alimentación, sólo así puedo entenderlo, me dicen que “ya prohibieron la entrada a los vendedores que se ganaban la vida con esta actividad; ¡vaya! hasta a los pobres boleros que con años de estar aquí, se ganaban honradamente el pan de cada día… ¡hoy pasarán una amarga navidad!

Hablan del espíritu Grinch en Sesver, porque no habrá adornos navideños… (jejeje, en lo particular, yo veo al árbol navideño como la exclamación de mi perrhijo: “¡por fin! un baño en casa”).

Aunque algo cita la empleomanía: la buena actitud del secretario Irán Suárez Villa y de su director administrativo Miguel Ángel García Ramírez, quien ocupa la silla embrujada de Ricardo Sandoval.

Miguelon (para los cuates, no es mi cuate, pero así le dicen) administraba los penales en todo el país; trabajó con Yunes Linares en el Issste y le gusta el perfil discreto.

¡Servidos, señores!

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