¿Se acuerda usted que un testigo protegido en el caso Pancho Colorado declaró que el grupo delictivo de los Zetas había pagado una buena cantidad de millones a Fidel Herrera para que el exgobernador los dejara delinquir libremente por todo el estado? Esa es una forma en que los grupos criminales actúan, pactando con el gobierno en turno.
Los enfrentamientos que han ocurrido entre las fuerzas del orden y los grupos delincuenciales, particularmente en la zona de Jesús Carranza, donde cayeron abatidos 20 supuestos delincuentes, es una señal de que este gobierno está dispuesto a enfrentarse con esos grupos que buscan amedrentar a la población para que el gobierno ceda y se siente a negociar con ellos.
Ya el gobernador del estado puntualizó cuáles son las prioridades del Grupo de Coordinación Veracruz, en primer lugar «tomar todas las medidas para proteger a la población civil». Por supuesto en ninguno de esos puntos está pactar con las bandas delictivas. Serán días difíciles, días arduos de enfrentamiento. Es ésta quizá la primera prueba de fuego de un gobierno que tiene que lidiar con los vicios de gobiernos anteriores.
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