Algo realmente grave está pasando en contra de la periodista Carmen Aristegui. Desde que ella y su equipo de investigación dieran a conocer el reportaje sobre la Casa Blanca del presidente Peña Nieto, el acoso laboral, judicial y los embates por coartar su libertad de expresión han sido constantes. Ya mismo un juez la condenó por supuestamente dañar el “honor y prestigio” de Joaquín Vargas Guajardo, presidente de MVS.
Por supuesto el público que apoya a Aristegui, quien ha comprobado con su trabajo la honestidad y valía que posee, sabe que todos esos embates provienen desde la misma Presidencia, quien no le perdona haber exhibido la corrupción de la pareja presidencial.
El golpe de Aristegui contra Peña Nieto fue tan contundente que es la hora que Peña Nieto sigue bajando en los porcentajes de aceptación. El presidente no ha logrado elevar su aceptación, y si a esto sumamos los malos resultados que han dado sus reformas presidenciales, lo más seguro es que siga descendiendo.
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