Alcaldes de Veracruz, ni héroes ni derrocadores

Anaya
Durante la conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno de Veracruz, Ricardo Anaya dijo que en caso de que se demuestre la complicidad en la fuga, Flavino Ríos debe ser sujeto a las responsabilidades políticas y penales FOTO: FRANCISCO DE LUNA
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Armando Ortiz / Se la perdonamos a Ricardo Anaya porque no conoce muy bien Veracruz, porque el 90% de su pensamiento está en librarse del fuego amigo proveniente de las huestes de Margarita Zavala. Es por ello que sin conocerlos llamó a los alcaldes veracruzanos derrocadores de un gobierno corrupto; los pintó como héroes, como si ellos se hubieran estado siempre enfrentando al monstruo de la corrupción, como si entre los alcaldes hubieran salido las víctimas del régimen duartista.

Y es que Anaya, presidente nacional del PAN, sólo ve lo que ha sucedido en las últimas semanas. Un grupo de alcaldes que a unos días de terminado el sexenio, se han levantado para reclamar las partidas federales que no les han entregado. Pero lo hacen cuando Javier Duarte ha renunciado. Se meten a la jaula cuando el tigre ya no está ahí.

Ellos fueron alcaldes en el régimen duartista por casi 3 años, la mitad del sexenio de Javier Duarte. Ellos se empezaron a dar cuenta de inmediato de los manejos financieros del gobernador, manejos sucios y discrecionales. Pero mientras contemplaban eso se hacían los que no se enteraban, guardaron silencio y se sometieron a un régimen que los tenía agarrados de las auditorías. Algunos de estos alcaldes incluso participaron del saqueo y ahora se esconden entre la turba de alcaldes, poniéndose la camiseta de demócratas, de derrocadores, de temerarios, de valientes.

Muchos de esos alcaldes, priistas, perredistas, del AVE y hasta panistas que hoy duermen en colchonetas pasando frío no supieron manejar los recursos que correspondían a su municipio; algunos no lo hicieron porque prefirieron mantener opaca su administración para así sacar una ganancia considerable.

A principios de 2016 el ORFIS señaló a 46 alcaldes veracruzanos de haber causado daño patrimonial en la cuenta pública. Estos alcaldes tuvieron que devolver más de 398 millones de pesos en 2014 por haber ejercido de manera inapropiada esos recursos.

La toma de Palacio de Gobierno fue una mera valentonada por parte de un grupo de alcaldes que se dio cuenta del vacío de poder. Exigen, y tienen derecho de hacerlo, porque piden los recursos para sus municipios. ¿Pero qué han hecho con los recursos que les han entregado anteriormente? ¿Por qué después de que renunció Duarte se les ocurre reclamar? En eso se parecen a la rectora de la Universidad Veracruzana, que ahorita sí anda muy echada para adelante, pero mientras Duarte y Karime la invitaban a tomar el té, ella, tal cual dice el filósofo Juan Gabriel “como los indios se agachaba”.

Así también los alcaldes de Veracruz. Fueron muy contadas las excepciones. Por supuesto Yunes Márquez nunca se dejó someter, por ahí otros alcaldes acudían a reclamar lo suyo, hubo alcaldes de la sierra de Zongolica que se plantaron en Palacio para exigir sus recursos, pero fueron pocos, muy pocos.

Realmente quienes estuvieron señalando las rapacerías de Javier Duarte fueron los periodistas críticos, no los otros, los “chayoteros” que se alinearon a él y que ahora lo repudian. De ahí salieron las víctimas, no de los alcaldes. Ellos no derrocaron a nadie, ellos, con su actitud sumisa, lo refrendaban.

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