¿Que a Javier Duarte no le va a pasar nada?; ya le está pasando

Duarte
Xalapa, Ver. El exgobernador Javier Duarte de Ochoa FOTO: ANTONIO PALACIOS/FOTOVER
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Armando Ortiz / La percepción de muchas personas es que a Javier Duarte no le van a hacer nada, que con el jalón de orejas del PRI era más que suficiente. La misma Isabel Arvide en la presentación de su libro Entre políticos y rufianes señaló que no está muy claro que a Javier Duarte y a Karime Macías los vaya a alcanzar el brazo de la justicia. Se comenta que incluso el gobernador ya regresó a sus hijos al colegio donde estudian, que él anda muy tranquilo ya en su casa del Club de Golf. Sólo falta que aseguren que se pasea muy tranquilo por la calle de Enríquez de la ciudad de Xalapa, saludando a la gente como si fuera un gobernador muy querido.

Tal vez por eso José Ramón Cárdeno Shaadi, quien es su secretario particular y que padece la misma ceguera que él, o el mismo descaro o el mismo cinismo o la misma tara de imbecilidad, anda diciendo que vamos a extrañar a su jefe; ¡qué ganas de seguir viéndonos la cara de tontos!

Sin embargo recapitulemos. En las dos últimas semanas el cerco se ha ido cerrando sobre Javier Duarte. Si bien es cierto que antes de la caída de Videgaray, quien algunos aseguran era el que estaba deteniendo las investigaciones en la Procuraduría General de la República, sí parecía que a Javier Duarte no le iban a hacer nada.

Miguel Ángel Yunes Linares hizo lo suyo, investigó, llevó a cabo las acciones legales pertinentes, demostró y exhibió el terrible desfalco y la red de complicidades de Javier Duarte, red que le permitió sacar miles de millones de pesos del presupuesto. Cabe recordar que fue la investigación de Yunes Linares la que obligó a la renuncia de Arturo Bermúdez Zurita, inamovible secretario de Seguridad Pública, quien según el gobernador no se iba a ir del puesto hasta que él dejara el gobierno.

Pero como decíamos, en las dos últimas semanas, después de la confirmación de  José Guadalupe Medina Romero, subprocurador Especializado en Investigación de Delitos Federales de la PGR, sobre la investigación que se le seguía a Javier Duarte, el tren se ha ido descarrilando.

Inmediatamente Enrique Ochoa, el “Clavillazo” de la política en el país y presidente nacional del PRI se acordó que tenía pendiente una campaña contra la corrupción en su partido y que por lo tanto había que proceder en contra de los corruptos, y quién mejor que Duarte.

En unos cuantos días le retiraron sus derechos partidistas al gobernador de Veracruz y a siete de sus cómplices, aunque dos de ellos dijeron no ser priistas y uno hasta se ofendió que lo confundieran con esa caterva de corruptos; ¡válgame Dios!

Ahora el Servicio de Administración Tributaria el SAT, reconoce que ya tienen girada una orden de aprehensión en contra de uno de los muchos implicados del caso de las empresas fantasma. Al mismo tiempo, en ese comunicado del SAT se habló que al menos 10 funcionarios públicos de nivel están implicados en ese caso, que las investigaciones siguen. Los veracruzanos esperamos más órdenes de aprehensión.

Por supuesto somos conscientes que del SAT, por el caso de las empresas fantasma, no saldrá ninguna orden de aprehensión en contra de Javier Duarte. Y es que el gobernador se tomó la precaución de no firmar ni un solo documento, no tendría por qué hacerlo, pues para esos están sus encargados de despacho y los administradores de cada dependencia implicada. Sin embargo, la corrupción y los muchos vicios encontrados en este caso no podrían ser comprendidos sin la autoría intelectual del gobernador Javier Duarte.

La investigación que se sigue a Javier Duarte está en la PGR y es por su red de complicidades que le permitió saquear las arcas del estado. A eso se dedicó el gobernador, a encontrar formas de sacar el dinero del presupuesto, a enriquecerse brutalmente. La investigación sigue, y en poco tiempo a Duarte le llegará la misma noticia que a Guillermo Padrés de Sonora, la noticia de una orden de aprehensión.

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