Antes de que salgan los resultados de los primeros sondeos sobre el debate entre Hillary Clinton y Donald Trump, se puede apreciar, una vez terminado el debate, que Trump sólo se dedicó a atacar los puntos débiles de Hillary Clinton, quien se tomó demasiado tiempo para contestar los cuestionamientos de su oponente.
Por su parte Donald Trump siguió sobre los mismos tópicos que han nutrido su campaña: oponerse a la migrantes, a los mexicanos al tiempo de exigir a los países extranjeros que paguen una cuota a los Estados Unidos por servirles de policía.
En algún momento Trump fue exhibido como un mentiroso por el mismo moderador, quien siempre negó las muchas cosas que había dicho. Las propuestas que pudieron haber planteado los dos candidatos se opacaron en el intento de responder los cuestionamientos de cada uno. Donald Trump sí se vio moderado en cuanto a sus burlas.
Cabe recordar que en los debates para buscar la candidatura del partido Republicano, Donald Trump se portó burlón y caprichoso, pero en esta ocasión prefirió verse más moderado, prudente a ratos, pero siempre mostrando la clase de gobierno autoritario que él prefiere.
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