Una de las tareas muy cuidadas y veladas, pero prioritarias, de la Secretaría de Gobernación que dirige Osorio Chong, es recomponer el sindicalismo institucional como instrumento de control de los maestros y detener el rebase al SNTE en la mayoría de los estados del país. Por eso la mesita alterna entre Nuño Mayer y Juan Díaz de la Torre, donde parecía que jugaban a tomar el té en lugar de recomponer la Reforma Educativa.
Recordemos que después de los hechos violentos en Nochixtlán, Oaxaca, el gobierno comenzó a darle respiración de boca a boca al SNTE. La mesita de diálogo alterna fue oxígeno puro para el SNTE, lo que se encontraba en reyerta era precisamente la interlocución entre el SNTE y la CNTE. El SNTE, como amo absoluto del contrato laboral, se sintió desplazado. Pasó como cuando la querida sale a pasear en domingo con el hombre y la mujer casada legítimamente se queda en casa. Lo que es un hecho absoluto a todas luces es que la CNTE sale fortalecida y que los interlocutores salen desgastados.
Osorio Chong deja ir la una oportunidad de quedar como un secretario conciliador e inteligente; Nuño Mayer, con su cerrazón, solito se cerró la puerta y Juan Díaz de la Torre por su cobardía y sometimiento abyecto, queda mal parado ante un magisterio que cada día exige más resultados; total, por eso están pagando el uno por ciento de sus quincenas.
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