Javier

Diputados
Javier Duarte de Ochoa
- en Opinión

Virginia Durán Campollo / Javier, Javier, Javier inició Alberto Loret de Mola un video donde te recordaba, cómo se encontró contigo por primera vez. Hablaba de tus pantalones raídos, tus zapatos gastados y un “carrito jodido”. Después ya como sub secretario de Finanzas, del estado de Veracruz, llegaste a darle 6 millones de pesos en efectivo, por unos terrenos que te vendió.  Eres el personaje más caricaturizado de la política actual. Ineptitud, insensatez, ignorancia, prepotencia, indolencia, corrupción, cinismo, despotismo está muy bien reflejado en caricaturas y memes de las redes sociales. Las leyendas son terribles, verdad o mentira, sobre tus nexos con la delincuencia organizada vía el secretario de Seguridad Arturo Bermúdez Zurita y el llamado fiscal Culín. De tus millonarias extracciones, se documenta fielmente en todas las denuncias que tienes ante los principales órganos judiciales del país. De tus adicciones, humanas al fin pero personaje público también, se cuentan barbaridades que, incluso, ponen entredicho tus valores morales. Con el tiempo el saberlo,  afectará a tus hijos aunque te los lleves a vivir a la Patagonia. Le has robado al pueblo de Veracruz, empobreciéndolo. A los sectores más marginados, como las personas de la tercera edad y jubilados a quienes enviaste a golpear.  Afectaste a los sectores productivos- empresarios, constructores, población universitaria, etc.-  hasta el grado de que algunos han llegado al suicidio; padecen graves enfermedades; han cerrado sus empresas y huyen de éste infierno los que pueden.

*** Un estado fallido. Te quedó tan grande la silla, que tu propio hacedor- Fidel a quien hay que fincarle responsabilidades- te desconoce. Eres el villano favorito más odiado y rechazado de todo México, encabezando a los gobernadores más pillos como Borge, de Quintana Roo y Duarte, de Chihuahua. El PRI nacional  te rechaza y hasta el presidente, tú amigo  decías, no quiere saber de ti. Ensuciaste a tu familia. Te atreviste arriesgar a tu propia madre, al delito como presta nombre. Dejaste a tu hermano, gastará fortunas en las salas de juego. En el peor nepotismo aldeano, permitiste que toda tu familia política- las primas Tubilla principalmente- desde el gobierno hicieran  jugosos negocios. Un suegro  verdadero delincuente, rata de dos patas, que como reyezuelo se apropió de Coatzacoalcos y lo ha saqueado. Tus socios, amigos, políticos a quienes  les diste manga ancha para enriquecerse de manera innoble, observando todas las carencias. Reías a carcajada batiente de tus tropelías, porque eras el rey.

***El destino que todo cobra, te golpeó.  Eres duro de pelar. Desconocemos que tipo de estimulantes acostumbras, con tu esposa Karime-  la verdadera perversa y controladora aseguran cercanos- que continúan de “caritas sonrientes”.  A los veracruzanos, como dijera el poeta Sicilia, ya nos tienen hasta la madre. No quieres asimilar la realidad y te empeñas, de forma enfermiza, en causar daño.  Ningún ex gobernador, históricamente, había causado tantos perjuicios a su sucesor. Debes tener virilidad. Un verdadero hombre, acepta. Nos tienes cansados y fastidiados. Eres responsable absoluto, de toda la sangre que se ha y  está derramando. De los secuestros- un buen negocio de gobierno desde Fidel- desapariciones forzadas, muertos. Dicen que te faltó padre, pero más bien creo que no tienes madre. Como los que siguen apoyándote, publicando, haciendo eco de tus estulticias y necedades. Todos aquellos que de una forma  u otra, insisten en demeritar el triunfo de quienes ganaron. Presumes de ser el más votado, pero simplemente será el botado.

*** Nos falta mucho espacio para enumerar todas tus tropelías que, inexplicablemente, el presidente Enrique Peña Nieto ha sostenido tanto tiempo.  Advertí en tus inicios que debieras leer la narrativa de “El traje nuevo del Emperador”, aunque fueras ignaro. Los que te “confeccionaron tu ropaje”,  son tus sepultureros. Karime Macías, las primas Tubilla, Gina Domínguez, Alberto Silva, los Manzur y demás fascinadores. Los serviles columnistas y medios de comunicación,  que pagaste partidas millonarias  con dinero del erario, para engañar a la opinión pública de tus supuestas bondades.  Te engañaron. Pero “no entiendes que no entiendes”. ¡Déjanos en paz!

*** Ahora tendrías que repasar el Príncipe y el Mendigo. Mezclarte con el pueblo, como narra el cuento, para ver si te avergüenzas de “lo mal que lo pasan las personas al ser tan pobres” y  lo que de ti piensan.

*** Estamos de vuelta de vacaciones.

*** Y para las agruras del mole…usted sabrá que tomar. Hasta la próxima.

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