El triunfo de Islandia contra Inglaterra en la Eurocopa, clasificando con esta victoria a los octavos de final, debería avergonzar todavía más a la selección nacional y su terrible derrota contra la selección de Chile en la que recibieron siete goles. Y es que Islandia es un país pequeño, con apenas 331 mil habitantes, la misma cantidad de habitantes que una ciudad medianamente grande en México.
Islandia se encuentra cerca de Groenlandia, lo que hace casi imposible jugar deportes en exteriores. Pero Islandia tiene 58 jugadores que juegan en torneos internacionales. No tienen una liga profesional y por si fuera poco su entrenador tiene que ganarse la vida como dentista.
En México existe una liga que se bifurca en muchos torneos anuales. Sus jugadores son tratados, a pesar de la imbecilidad de muchos, como estrellas de cine. Ganan millones de pesos anuales y los ocupan para hacer comerciales donde ganan otra lana. Tienen todo el apoyo de la televisora, aunque su federación sea de lo más corrupta.
Pero Islandia demostró que le tiene amor a la camiseta, a su afición y por ello da todo en la cancha. Los seleccionados mexicanos le tienen más amor al dinero, su país les viene valiendo madres; esa es la gran diferencia.
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