Las neumonías de Pepe

Pepe
Pepe Yunes Zorrilla FOTO: PRENSA PEPE YUNES
- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“Abandonarse al dolor sin resistir es abandonar el campo

de batalla sin haber luchado.” – Napoleón.

Al priismo veracruzano le urge de inmediato una revisión médica a fondo, el resultado del pasado proceso electoral del 5 de junio lo dejó en estado de coma, en terapia intensiva y con el ventilador artificial encendido, con el grave riesgo de que la luz se vaya en el hospital –porque hasta eso deben los de la actual administración- y se pierda al paciente.

El estado de salud del paciente, que lleva por nombre Partido Revolucionario Institucional (PRI) es la muestra evidente del desgaste que produjo en primera instancia la permanencia absoluta de más de 86 años de ser gobierno, sin haber tomado tratamientos anti-envejecimiento, que le ayudarán a mantenerse en forma y a mantener todos sus órganos internos intactos y, segundo, a la pérdida de rumbo, a ese fallo común en las grandes ballenas que guían a la bandada y que por alguna extraña razón pierde su sistema de geolocalización y encallan, alejándose por completo de las necesidades y demandas sociales.

Por el contrario, al PRI a pesar de su mega estructura, le hace falta una nueva transfusión sanguínea, urge la llegada de cuadros frescos, que no jóvenes, a los que se les de por primera vez la oportunidad y la satisfacción de servir a su país desde esa trinchera, pero sin dejar de escuchar a las voces críticas y recias del priismo, a esos que por años han sabido conducir el barco que ha perdido el rumbo tras permitir la llegada del canto de la sirenas, dejándose envolver por caras nuevas que demostraron ser un fiasco.

El PRI de Veracruz sufre la peor de sus crisis desde su fundación, la obcecación, la testarudez, el envilecimiento, se suman a la falta de recato y prudencia de sus integrantes, al menos de los que se dicen ser los que aglutinan a la base del partido.

Pretender creer que por haber perdido la contienda electoral, un grupo político al interior del partido tiene la posibilidad de nuevamente llevar mano en la búsqueda de la nominación política en el 2018, es la evidencia de esa pérdida de rumbo.

Quizá por ello, hoy todos se vuelcan a favor del senador José Francisco Yunes Zorrilla, quien ha expresado su intensión de contender por la gubernatura de Veracruz en la próxima contienda electoral.

Con un arrastre político impresionante, una calidad humana a toda prueba, un ejercicio público intachable y una capacidad política única el peroteño se perfila para ser el salvador del paciente en coma.

Pero para llegar al 2018, primero habremos de pasar por el 2017, y salvó que el presidente Enrique Peña Nieto le tenga alguna otra encomienda, la prioridad de Pepe Yunes se llama rescatar al enfermo, y para ello trabaja, construye acuerdos, mantiene alianzas, cabildea y gestiona recursos con presidentes municipales, legisladores y secretarios de Estado Federal, que le acarren elementos suficientes para levantar al taciturno PRI, que ve como los minutos los tiene contados, si no es desde su interior como se recomponga.

Por ello, urge encontrar a una mujer u hombre que se identifique con el proyecto pepista, pero que también entienda que se deberá consensuar con todos los frentes (Gutiérrez Barristas; Alemanistas; Fidelistas; Duartistas).

Como es de esperarse, a la par del paciente en terapia intensiva algunos malquerientes le pretenden montar todas las medallitas y de paso todas las enfermedades posibles al senador en su afán de asegurar que de tanto destape, a Pepe le dará neumonía.

Excuso decirles a estos hijos de la falsa verdad, que habrán de llevarse una sorpresa, pues el joven senador, es nativo de una zona muy gélida, y el frío le hace lo que el viento a Juárez, así que eso con el está salvado.

Por cierto, frío habrá de darles a quienes provocaron la debacle priista en Veracruz, pues como se lo adelantamos, la forma más efectiva de ponerle fin a algún petulante político es y seguirá siendo el fisco, y si no pregúntenle al SAT la serie de acciones e investigaciones que realiza para castigar a Javier Duarte y su camarilla.

¡Esta vez ni Robespierre les salvará de la Guillotina!

Al tiempo.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *