Duarte sólo espera la misericordia de su cómplice en Los Pinos

Duarte
Javier Duarte de Ochoa y Enrique Peña Nieto

Mantenga distanciaEn un artículo que publica el portal Aristegui Noticias, el abogado Miguel Pulido nos muestra un rosario de frases que el gobernador Javier Duarte ha soltado en los momentos que le preguntan sobre los casos de robo y homicidio.

Esa actitud frívola e irresponsable da pie para que Miguel Pulido lo describa de esta manera: «Demos algo por sentado: Javier Duarte no sólo compite seriamente por ser uno de los peores gobernantes de la historia reciente del país, también es uno de los peores políticos en activo y muy probablemente una de las peores personas involucradas en el ámbito público».

Y Miguel Pulido no es el único, de hecho, no hay ya analista que no coincida que Duarte es una calamidad como gobernador; además de las acusaciones por corrupción, el gobernador se ha manejado con una gran insensibilidad, con poca pericia política, y con la irresponsabilidad de un adolescente suicida.

En ese mismo artículo Miguel Pulido señala: «El gobierno de Duarte descargó su indolencia respondiendo a las acusaciones de corrupción con cinismo. A cada documento, a cada acusación fundamentada, a cada evidencia le devolvieron apenas algún dicho o alguna retahíla de ambigüedades. Pareciera que en su mundo las pruebas no importan… o que saben que no les pasará nada». Esa es la esperanza de Duarte, la misericordia de su cómplice en Los Pinos.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *