Finalmente y después del desahogo de pruebas la Sección Instructora de la Cámara de Diputados aprobó dar luz verde al desafuero de la diputada de Sinaloa Lucero Sánchez López, quien visitara en la cárcel al narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán con una identificación falsa a nombre de Vianey Villatorio.
Ahora corresponde a la Junta de Coordinación Política informar a los implicados, la acusada, su abogado y a la Procuraduría General de la República en su papel de denunciante. De ahí sólo queda formar un jurado para que se juzgue a la denunciada. Una vez sin fuero de inmediato se remitirá el caso a un ministerio público el cual determinará si la acusada es responsable de los delitos que se le imputan.
Por supuesto, así como se mueve la justicia en este caso, tan expedita y determinada, se espera que la llamada “chapodiputada” pise la cárcel. Su delito no sólo es entrar a visitar al Chapo con una credencial falsa, sino tener relación con un delincuente por lo que se sumaría a su denuncia la de asociación delictuosa. Falta ver cuál será la estrategia de sus abogados defensores.
Por supuesto se entiende que el mayor agravante en este caso es ser diputada del PAN en un gobierno priista, porque de haber sido Humberto Moreira ya le hubieran inventado que visitó al Chapo como una acción humanitaria.
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