Este miércoles, un país sudamericano podría quedar temporalmente sin mandatario. Se trata de Brasil y su presidenta Dilma Rousseff, quien su futuro político está en manos de 81 senadores con derecho a votar para activar el derecho a juicio político. Se necesita una mayoría simple para que esto se dé, es decir, 41 votos.
En caso de que se obtenga esa mayoría simple, Rousseff sería suspendida de inmediato —mantiene la posición, pero no las funciones— durante 180 días, en los que se realizará una investigación por escándalos de corrupción con la empresa de hidrocarburos Petrobras, en la que se ve involucrado también el exmandatario Lula da Silva.
En caso de proceder, su lugar será tomado temporalmente por el vicepresidente Michel Temer. Por su parte, Rousseff ha mostrado su descontento por la forma de proceder de su vicepresidente, al que tacha de traidor, orquestador de un “golpe de estado”.
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