Cobardia

- en Opinión

Virginia Durán Campollo / Una violación, es un abuso de poder. De fuerza, de mayoría, de peso. De dominio en contra de alguien, más débil, indefenso y por ello es una gran cobardía. La violación de los Derechos Humanos, es una arbitrariedad de los déspotas. Aquellos que con el poder en la mano, se sienten dueños absolutos de lo que gobiernan. La historia de la humanidad registra, las grandes batallas que los pueblos sometidos han tenido que librar para salir del yugo. Sí lo logran, aunque corran ríos de sangre de inocentes. No hay angustia más desesperante, que sentir el peso de la imposición y no poder desprenderse, huir. Aniquilan con armas porque son cobardes. Extasiados  no logran entender, que todo imperio es pasajero. Hasta los más grandes han caído. Por ello someten a través del miedo, la represión, los asesinatos, los desaparecidos. Compran las leyes o las transforman, para su peculio. Arrasan con todo. Obnubilados, se sienten dioses intocables. Se vuelven amorales, porque convierten al dinero en su Dios. Tiranos de propios y extraños, se alzan muy por encima de los demás cuando simplemente son mortales. Cuando caen, nunca más se levantan o mueren en el intento de la permanencia. La lista es interminable y también tiene registro histórico. *** El caso Daphne, pudiera ser emblemático. Son cuatro los acusados de violación. La fuerza, en contra de la indefensión. No una historia más de las miles, sí miles, que se registran en el estado de Veracruz sino algo que  puede ser emblemático. Justicia y Castigo, es el clamor.  Son hijos de personas pudientes, que han comprado a los encargados de impartir la justicia, aunque el procurador estatal por Culín lo niegue.  Nadie les cree nada. El desprestigio llegó a su límite. Quienes deben exigir, es la ciudadanía. Las asociaciones de padres de familia, que callan vergonzosamente sobre todo de las universidades privadas. Fuera los estigmas de que son las mujeres, las que provocan y todo aseguramiento de tipo machista. *** He trabajado muy cercana a mujeres violadas. No se trata del escarnio público sino la mutilación en muchos sentidos. Para la mayoría acaba la vida. El trauma, si con uno es fuerte cuando son varios es peor, es de impacto. La lucha física que se tiene para evitar la ejecución, es muy desgastante pues se está inerme ante la fuerza de los agresores. Verdaderos dramas, que ningún padre, que se diga tal, quisiera para una de sus hijas, esposa, madres, hermanas. La vileza de las autoridades, para ejecutar en ese sentido, es muy grande. La violación en nuestro país alcanza índices preocupantes. Existente  instituciones en pro y defensa, pero están muy rebasadas. El hombre siente que está por encima y se encima. Sabe que su estatura, peso, corpulencia es tres veces mayor a sus víctimas y por ello actúa. Los más envilecidos, buscan cómplices. El trágico caso del  pez grande que se come al chico. Debieran las autoridades correspondientes, dejar las pantomimas de celebraciones para la mujer, hasta la de la madre, y poner orden en este asunto tan delicado porque también incluye a niñas, en las redes de prostitución infantil. Para ejercer, debieron ser antes violadas. Este es el escenario.  *** Los Porkys como franquicias. Los de Xalapa, Boca del Río y Córdoba. En vez de extinguirse, se multiplican y se trata de bandas de “niños bien”, acostumbrados a obtener, como lo hacen sus padres, a través del poder y dinero. Recordamos aún con indignación y dolor,  la muerte del joven Manlio Palomeque víctima de esos asesinos, que aún sigue sin justicia para su familia, pero de canonjías políticas para  algunos de sus integrantes como los descendientes de Ricardo García, como se aseguró en su momento. Impunidad, que la sociedad jalapeña no ha olvidado. *** Juan Carlos Molina, líder de la CNC estatal, es un  dirigente que ha crecido mucho, en poco tiempo de su encargo. Le ha dado una dinámica, a la anquilosada confederación campesina. Tiene una capacidad de convocatoria tal, que ha podido reunir hasta 25 mil campesinos, que no acarreados, a sus mítines de trabajo. Es visionario y entiende no solo de las tareas del campo sino también de la ganadería. Como ganadero veracruzano, ha obtenido importantes reconocimientos a nivel internacional, por la calidad de sus crías. Próximamente, ira por otro. No está exento de tener un capital político muy fuerte, aunque lo que le interesa es activar el campo y por ello tiene ya funcionando proyectos redituables. Bien*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.

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