Coatepec, Ver. La Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), es una escuela que brinda oportunidades a jóvenes y adultos que desean concluir sus estudios profesionales, tal es el caso de Dulce María Hernández Garrido y su esposo Gerardo Abel Chimal, quienes estudiaron juntos la preparatoria y recibieron su certificado de bachillerato.
Dulce con 27 años, es una joven que al igual que miles de veracruzanos tuvo que abandonar sus estudios por situación económica y después de la muerte de su madre comenzó a trabajar desde muy chica. La estudiante cuenta que nunca pudo estudiar la preparatoria ya que su papá tenía la idea de que la escuela no servía para nada, “somos 7 hermanos, mi papá siempre nos dijo que la escuela no era importante, él hacía blocs de construcción y siempre nos dijo para que van a la escuela, ahí las van a embarazar”, no quería que estudiáramos, mencionó.
Después de quedar viudo nos sacó de la escuela, luego se vinieron muchas cosas que cerraron a mi papá, mis hermanos tampoco concluyeron su primaria y yo solo pude terminar preescolar, señaló. Es con el programa 1014 de INEA que la joven pudo concluir su primaria abierta, “la primaria la terminé a los 17 años y la secundaria a los 20, mi historia ha sido bonita y a la vez difícil ya que había en mí siempre ese miedo a estudiar”, declaró.
La entrevistada trabaja cuidando a un niño de educación especial y los papás del pequeño siempre le insistían en que estudiara, pero debido a su matrimonio volvió a abandonar los estudios, “mi esposo también tuvo que dejar los estudios para mantener a sus padres, en el transcurso ya de casados es que decidimos estudiar juntos”, aseveró.
Él ha sido un apoyo valioso durante los estudios de bachillerato, me atrevo a mencionar que mi esposo fue mi brazo fuerte en todo momento, nos ayudábamos a hacer las tareas, a estudiar y en los quehaceres de la casa, comenta Dulce, apuntando que, “Nunca es tarde para estudiar, cuando se quiere se puede” como dice el lema.
Relató que al igual que su esposo, su familia se encuentra muy contenta, “de mis hermanas yo soy la única que ha concluido la preparatoria, por eso es que mi familia se encuentra hoy aquí, muy feliz de que me toquen dar las palabras de generación”, comentó.
Por otra parte su esposo Gerardo, menciona que el contar con el apoyo en todo momento de su esposa ha sido el aliciente para culminar la preparatoria. Explicó que lo más difícil de retomar el aprendizaje en edad adulta es hacerse el hábito del estudio y darse el tiempo para realizar las actividades, “mi esposa lejos de exigirme tiempo para ella daba prioridad a dedicarle tiempo a la escuela”, aseguró.
Agradezco a la UPAV el hecho de que me dé la oportunidad de estudiar nuevamente y que te permitan convivir con personas más jóvenes que te inyectan energía, “me parece excelente que se abran este tipo de oportunidades, la ventaja de la UPAV es que me permite pagar mis estudios y lograr mis sueños, próximamente entraré a estudiar la licenciatura en derecho y con esto darme paso en la vida para salir adelante”, finalizó.
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