Candidato independiente SA de CV (2)

- en Opinión

Sergio Alejandro Villa / A raíz del triunfo del ingeniero agrónomo, el nuevoleonés Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, alias el Bronco, hoy el personaje de moda quien militó en el PRI desde los 25 años de edad y a sus 58 años –hablamos de más de 30 años de pertenencia efectiva-  al no darle la nominación decide romper con este instituto político con los resultados por todos conocidos y que lo convirtieron en el primer candidato y gobernador electo en Nuevo León y el país, con carácter de independiente. Ahora, son muchos, en su mayoría, ilusos, que pretenden seguir la misma ruta.

Como suele suceder en toda buena historia, empiezan a salir detalles importantes de lo que fue este inédito proceso, como se cocinó y cuáles fueron los ingredientes indispensables que dieron como resultado el éxito en este histórico evento político-electoral en la nación.

Para los efectos, retomo la calificada opinión de ex canciller Jorge G. Castañeda y experto analista político quien dice que el triunfo de Jaime Rodríguez, El Bronco, demostró tres cosas, a saber: que hoy en día, existen las condiciones políticas, económicas y sociales propicias, para el surgimiento de una candidatura independiente en posibilidades de competir en igualdad o superioridad de condiciones y hasta triunfar. Segundo: el analista político asegura que si el candidato reúne ciertas características, en especial el rechazo al sistema político imperante –en su estado, distrito o municipio, en mi opinión, agrego- para ese candidato es mucho más fácil crecer en las preferencias, pues recolecta las inconformidades de los potenciales votantes -y de gran parte de la sociedad- en contra de sus actuales autoridades y los partidos políticos tradicionales, en Veracruz citaríamos al PAN, PRI, PRD. Por último, el doctor Jorge Castañeda afirma que con financiamiento –dinero, cash, money, billetes, lana, etc.- más que suficiente se puede tener una organización “aceitada” amén de que el candidato debería ya ser bien conocido, reconocido con lo que puede iniciar su base de simpatizantes sin necesidad de empezar de cero o contra la corriente.

En su mismo texto, en su columna de opinión, el ex canciller destaca que la alta concentración poblacional en la capital del estado, Monterrey, su alta conectividad en redes sociales además su alto nivel académico -superior a la media nacional – todo, en una estratégica combinación, abonó al proyecto, planeación, ejecución y triunfo.

Castañeda destaca invariablemente que “El rechazo al sistema es una condición sine qua non para el triunfo. No basta que haya un candidato independiente “bueno”. Debe imperar un sentimiento de hartazgo con (o en contra de) la clase política, los gobernantes y el arreglo institucional existente” tal y como sucedía con el bipartidismo impuesto por los dos partidos más representativos PAN y PRI, desde hace muchos años en este estado nuevoleonés, concluye.  De tal forma que la gente pudo ver –inducida sublimemente-  y  descubrir que podía optar por una nueva opción electoral y política, creo yo.

El lector que me hace favor se leerme, seguramente ya identifico varias circunstancias político-electorales muy similares a las que imperan en Veracruz -principalmente el hartazgo de varios sectores ciudadanos a la clase política presente desde hace casi dos sexenios no tanto por su priismo y si por el grupo al cual pertenecen y que es reconocido como Fidelismo y Duartismo- de ahí que ya aparecen figuras  políticas harto conocidos que ahora nos quieren re-vender –literal- esa idea. Mi intención va en ese sentido, pues hasta el día de ayer, son dos los personajes que han levantado la mano y pretenden ser los broncos de la elección del año 2016, la joya de la corona como se le llama y ha cotizado la mini gubernatura de dos años, estos son Gerardo Buganza Salmerón y Elías Moreno Brizuela.

En otro orden de ideas, pero apegado al tema, le comento que una de las figuras jurídicas más apreciadas por los empresarios por excelencia y por convenir a sus intereses económicos, en pocas palabras, para los fines que pensó al crear su empresa, es la comúnmente conocida como Sociedad Anónima (S.A.). Este tipo de sociedad se compone exclusivamente de socios, cuyo compromiso se constriñe al pago de sus acciones. Lo anónimo, significa que no ejerce el comercio con el nombre de sus socios o inversionistas sino con el nombre, razón o denominación social que los socios escogen. Entre sus principales características, lo relevante es que el capital de la empresa está dividida en acciones compuesta por las aportaciones de los mismos socios. En cuanto a la Sociedad Anónima de Capital Variable (S.A. de C.V.), esta significa que en este tipo de sociedades el capital puede variar sin que exista una modificación en el acta constitutiva. Las empresas dedicadas a la comercialización de bienes y servicios son las que más recurren a este tipo de sociedad.

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