Guatemala y México: entre dos realidades distintas

Ayer comentábamos sobre la clase de democracia que nos ofrecieron los hermanos centroamericanos de la República de Guatemala. Y siguen haciéndolo, pues a pocas horas de presentar su renuncia Otto Pérez Molina como presidente del vecino país, pasa su primera noche en prisión preventiva en la cárcel de Matamoros para evitar su fuga. Lo que en verdad entristece es la otra realidad, la que se da pasando la frontera, donde en un país que se dice democrático, un mandatario y su familia pueden gozar de completa impunidad y disfrutar de las noches arropado con sábanas de algodón egipcio bajo el techo de una casa blanca; un país donde alcaldes señalados de planear asesinatos pueden gozar de su fuero mientras salen por la puerta trasera del ayuntamiento; un país donde, funcionarios corruptos de un gabinete estatal, después de enriquecerse ilícitamente con dinero destinado a infraestructura para el desarrollo, compran la diputación y el fuero para seguir dándose la gran vida con dinero del pueblo. Esta realidad es la de México, es la de Veracruz.