Luis Ortiz Ramírez / Sr. Claudio X. González Guajardo, Presidente de Mexicanos Primero, me llamo Luis Ortiz Ramírez, soy Maestro de Secundaria en el Estado de Veracruz. Hace meses que deseaba escribirle y decirle que es usted un impostor. Permítame llamarle así ya que un impostor es una persona que finge ser alguien diferente de lo que es. No se enoje ni piense que me la pasare diciéndole un montón de insultos e improperios a su persona, aunque reconozco que me quedare con las ganas de hacerlo. Se por buenas fuentes que es usted amante de la lisonja y que se hace pasar como un empresario y activista social que pretende elevar la calidad educativa de los mexicanos más desprotegidos.
Sr Claudio X espero que comprenda que muchos maestros no le creemos. Hace poco tiempo vino usted a Veracruz arengando el lema de ¡más educación, menos política!, sin embargo su actividad central es la política. Le reconozco su deseo de prepararse ya que yo también lo he hecho, sé que es difícil sobresalir en un sistema como el nuestro sin posgrados y sobre todo sin palancas. La diferencia es que yo estudie en escuelas oficiales y no tengo palancas, todo lo he logrado a base de trabajo y estudio, usted en cambio ha caminado por los pasillos de escuelas privadas como la Universidad Fletcher School of Law and Diplomacy, Tufts University, Medford. Estoy completamente seguro que nunca ha sufrido carencias y seguramente jamás ha estudiado en escuelas oficiales.
También quería decirle que es muy fácil quedar bien con sombrero ajeno como usted lo hace, al menos cuando voy al cajero cada quince días a cobrar mi pírrica quincena, aparece una leyenda que me pide cinco pesos para la fundación BÉCALOS donde usted fue durante mucho tiempo Co‐fundador y miembro del Comité Técnico. Es cierto que es poca la cantidad sin embargo si estos cinco pesos los multiplicamos por más de un millón de maestros la cantidad quincenal es basta. Sr. Claudio X, le llamo impostor porque usted es una persona que fue Co‐fundador de Fundación Televisa, una empresa dedicada al entretenimiento de las clases más incultas del país.
O acaso cree que fue justo que su amigo el Presidente de la Republica le haya perdonado 3, mil 334 millones de pesos a este poderoso consorcio, cuando a los maestros nos descuentan una buena cantidad cada quince días, etiquetado como impuesto sobre la renta. Sepa usted que esa acción entre “cuates” es un insulto a la inteligencia de los mexicanos, ya que ese dinero pudo haber sido utilizado para la alimentación, educación, salud y vivienda de los mexicanos más desprotegidos.
Así que no me venga usted con el cuento que realmente se preocupa por la educación que reciben los niños más pobres de México. Usted me podrá decir que ha recibido premios y reconocimientos por su labor humanista, sin embargo esos premios son de cartón y chafas como usted. Al menos el “Reconocimiento al compromiso por la educación en México, Bécalos, 2010”, le fue otorgado por su misma estirpe no por el pueblo de México, la diferencia es que a mí el mejor reconocimiento me lo dan mis propios alumnos.
La “Medalla Maestro José Vasconcelos al Desarrollo y Fortalecimiento de la Educación en México”, se la entregó la misma Secretaría de Educación Pública, y seguro le sorprenderá que José Vasconcelos nació en Oaxaca, el estado que usted tanto odia. Es más yo no sé si alguien se puede sentir orgulloso de recibir la “Medalla Anáhuac en Educación”, por una Institución cuyo fundador fue despreciado por el mismo Vaticano por sus prácticas bien documentadas de pederastia. Yo que usted la depositaria en el bote de la basura. No se engañe ni trate de engañar a los demás. Es usted un impostor, usted piensa que no nos damos cuenta, pero sabemos que se hace pasar como representante de la sociedad civil, pero aboga en favor del mundo empresarial, su mundo no son las aulas, su mundo es el de los billetes y si son verdes mejor.
Usted pregona una supuesta superioridad moral ciudadana sobre políticos, maestros y sindicalistas, pero impulsa una agenda claramente patronal. Presume ser garante de lo público, pero invariablemente defiende intereses privados, como los de su hermano en Kimberly Clark.
Y para que usted no me tache de hablador, le refresco la memoria; recordara usted que en julio de 2004, el diputado Omar Ortega Álvarez denunció en tribuna la donación irregular de 44.7 millones de pesos que la Lotería Nacional hizo a la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación (UNETE), una de las organizaciones que en ese tiempo usted presidia. No sea mentiroso, no solo es un impostor sino también un farsante. Mire que se necesita ser un cara dura para hacerse pasar por un defensor de la calidad educativa mientras usa como parapeto la Fundación Mexicanos Primero. Sr. Claudio X no olvide que la verdad cae por su propio peso y su postura farisaica también caerá cuando acabe el gobierno de su amigo Enrique Peña Nieto. Recuerde que los maestros mexicanos no somos el problema, el problema fue ocasionado por la clase política a la que usted pertenece y de los rapaces líderes sindicales del SNTE
Si en verdad está buscando elevar la calidad educativa, lo invito a visitar las escuelas de los Altos de Chiapas y se dará cuenta de la loable labor que hacen mis compañeros, dese su vuelta a Zongolica Veracruz y camine descalzo dos horas para llegar a la escuela más cercana, venga a conocer en qué condiciones trabajan mis compañeros de la Sierra de Oaxaca y del olvidado Guerrero, donde muchos niños solo llevan en su estómago una tortilla y un jarro de café. Ahí descubrirá que la solución la tienen los maestros que usted tanto odia. Me despido deseándole que reflexione y cambie su visión del mundo docente mexicano.
Esr Sr. es un lacayo del sistema y defiende su dinero …
Es un esbirro