UPAV apoya el esfuerzo de las madres solteras que luchan por sus hijos: Ana Celia Llanos

Ana Celia Llanos Osorio de 23 años de edad, estudiante de la licenciatura de Derecho por la UPAV.
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La Cabecera, municipio de Paso del Macho, Ver. “Soy madre soltera y estoy trabajando por concluir mis estudios, me esfuerzo al estudiar en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz porque quiero mejorar y darle a mi pequeño hijo la oportunidad de tener un mejor nivel de vida, que sepa a futuro que su mamá luchó por ser mejor persona y por ayudar a su pueblo a mejorar a través del estudio”, indicó Ana Celia Llanos Osorio de 23 años  de edad, estudiante de la licenciatura de Derecho en esa universidad.

Indicó que le llamó la atención la UPAV por ser una institución con programas flexibles y acordes a las necesidades de las regiones del estado, además de ubicarse en las comunidades en donde hacen falta alternativas educativas, como lo es esta congregación.

Expresó: “Me esfuerzo todos los días en el comercio en donde me empleó como administrativo porque quiero alcanzar y cumplir con el sueño que siempre he tenido, además de que al concluir mis estudios es porque quiero darle una mejor condición de vida a mi hijo y deseo ser su ejemplo, que comprenda que el esfuerzo siempre tiene su recompensa”.

Comentó que en el desarrollo de su formación convive con personas de mayor edad a la suya, y es de ayuda porque comparten con ella la experiencia que la vida les ha proporcionado y eso permite que su acervo cultural se incremente.

En otro orden de ideas, reconoció la labor que los asesores solidarios voluntarios realizan al conducir el proceso aprendizaje de los alumnos de las preparatorias y las licenciaturas, porque es una tarea tanto vocacional como humana lo que demuestra que se encuentran totalmente involucrados con la institución que concibió el profesor Guillermo Héctor Zúñiga Martínez y que hoy conduce el contador Andrés Blancas Portilla en su afán por darles el beneficio de una educación integral a los veracruzanos que requieren  transformarse.

Apuntó  que lo mejor de su actividad como estudiante es saber que en un futuro su hijo entenderá que su esfuerzo tiene la finalidad de ofrecerle mejoría en su vida, pero por el momento ya tiene todas las noches su recompensa al ser recibida por el pequeño con una sonrisa, la cual

alivia el cansancio y el desánimo, “agradezco también el gran apoyo que me brinda mi mamá al cuidar de mi pequeño y es por ella que puedo seguir estudiando. Son mis dos amores y por ellos me esfuerzo”, finalizó.

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