Cuando la tecnología no sirve de mucho…

- en Opinión

La Ley de Tránsito y Seguridad Vial en su artículo 23 contempla la implementación y colocación de señales, dispositivos, objetos electrónicos, mecánicos y de innovación tecnológica que se requieran para facilitar el tránsito adecuado de vehículos y su aparcamiento, y a inicios del mes de junio de este 2015 se empezó con la instalación de la infraestructura necesaria —por cierto, el gasto corrió a cargo del Ayuntamiento capitalino— para la colocación de esos famosos radares de velocidad en distintos puntos de Xalapa, y así entrar en una fase de prueba y, cuando funcionen totalmente, se puedan emitir las fotomultas, que consisten en la toma instantánea de una fotografía que indica la velocidad a la que se conduce el vehículo, las placas, la fecha, la hora y el lugar logrando así una evidencia gráfica de la violación a dicho Reglamento, siempre que se rebase el límite de velocidad en los porcentajes establecidos en dicho ordenamiento vial, que van desde el 10 por ciento, en adelante, provocando una multa que el monto va desde los 15 hasta los 80 salarios mínimos para la Capital del Estado, aproximadamente mil pesos la mínima y cinco mil pesos la máxima.

Para asombro de todos, sólo existe una empresa en todo el país, llamada Auto Traffic S.A de C.V., que cuenta con estos dispositivos de tecnología avanzada y se encuentra en la Ciudad de Puebla. Esta compañía es la única que posee los derechos exclusivos para comercializar la marca JENOPTIK ROBOT GMBH, que es la fabricante de los radares y cámaras; la firma poblana ha tenido un éxito y una expansión impresionante en el territorio mexicano; es la que se encargará de la instalación y mantenimiento en suelo veracruzano y pues cómo no ha de ser la designada para el mantenimiento, si es la única en el ramo. En el vecino estado de Puebla además se encarga de la distribución de las multas a domicilio —cosa que parece ser el mejor plus que la empresa ofrece—, del cobro y recaudación de las multas, acciones que no tienen muy contentos a los poblanos porque en su Ley y Reglamento de Tránsito, la única con la facultad para emitir las sanciones es la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal y para cobrar el monto de las multas es la Tesorería. En el caso de nuestra ciudad capital, se prevé que las multas sean enviadas a los domicilios de los infractores y supuestamente la distribución será a cargo de la Sefiplan, cosa que por supuesto está en duda porque no tienen suficientes recursos humanos como para asumir ese compromiso. ¿Contratarán personal para enviar las multas? No lo creo.

Los problemas que acarrean el uso de estos dispositivos de tecnología avanzada son diversos, en primer lugar, que no se cuenta con la capacitación operativa mínima para su implementación y manejo; en segundo lugar, no existe mantenimiento de ninguna índole para estos artefactos porque a poco más de un mes y medio de su instalación, uno de los radares ubicados en la Avenida Lázaro Cárdenas, a la altura de CAXA, no sirve desde hace más de tres días y absolutamente nadie lo ha reparado, si eso es en sus inicios, no quiero imaginar la cantidad de inconsistencias que tendrán en un futuro; y en tercer lugar, el aspecto jurídico, porque estos aparatos no se encuentran legalmente regulados, es decir, no existe una normatividad que explique, permita, regule y sobre todo garantice algún medio de defensa para los ciudadanos, con lo que se violentan las garantías de certeza y seguridad jurídica y esto provoca un estado de indefensión porque, por ejemplo, supongamos que a un automovilista se le descompone su velocímetro y no se percata que ha rebasado el límite de velocidad establecido para dicha vía controlada por el radar, después de pasar por el indicador se emitió la fotomulta y le llega a su domicilio, entonces ¿cómo se defiende? ¿Dónde queda la garantía de ser oído y vencido? ¿Cómo argumenta una falla del sistema?

No hay que avanzar a pasos agigantados, hay que ir pasito a pasito, no queramos correr y manejar una tecnología para la que todavía no estamos listos, por qué no mejor se invierte ese dinero de los radares en cámaras de vigilancia y se instalan por toda la ciudad, tomemos el ejemplo del Distrito Federal, allá sí que supieron invertir en tecnología porque utilizan las cámaras vigilancia y gracias a ellas y a los operadores, han logrado frustrar delitos graves como secuestros y robos logrando un descenso en el índice delictivo, ¿qué estamos esperando?

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