El fracaso de Javier Duarte

- en Avenida Principal

precaucion ok«No cabe duda, Duarte fracasó, ya se veía venir, no pudo combatir la pobreza. En unos cuantos años se quedó sin dinero, pues sus funcionarios más cercanos se dedicaron a saquear las arcas. Repentinamente empezaron surgir los nuevos ricos. Gabriel Deantes, quien hasta hace algunos años vendía celulares en un mercado de Tampico, levantó un edificio en una esquina de la avenida Orizaba desde donde opera cada que hay elecciones en el estado. Frente a ese edificio Gina Domínguez compró casi media cuadra de la avenida Orizaba donde puso las oficinas de Quadratín, un restaurante llamado La flor de la vida, otro llamado La cueva del dragón y hasta las oficinas de la fundación Colosio de la que dice ser la presidenta», esto es parte de la columna de Armando Ortiz, El fracaso de Javier Duarte.

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